11-07-2014
REGENERACIÓN ABERRANTE
Algo
se quiere mover en nuestro panorama político desde las pasadas elecciones
europeas, aunque, de momento, solamente PODEMOS da muestras de querer el cambio,
un cambio integral. No obstante, a ellos, a los de PODEMOS, los acusan de todos
los males, como si fueran responsables de este caos. Ellos no han causado la
estafa llamada crisis, no la han gestionado después, ni han proyectado con sus
privilegios el decadente semblante de nuestro devenir.
Lo de
los otros partidos es meramente palabrería eufemística, una palabrería
engarzada a la engañifa, al trampeo y a la degeneración.
Sí,
es una degeneración, y no regeneración, lo que propone, por activa y, sobre
todo, por pasiva, Rajoy. Sus últimos
movimientos son una muestra de ello. Gobernar por Decreto Ley y cambiar
ladinamente, en medio del partido, las reglas del juego. Me refiero a la
intención de adaptar a su antojo la Ley Electoral para no perder esos
ayuntamientos que, siendo feudos de sus correligionarios, administran como si
fueran cortijos. El trato dado a la Agencia Tributaria después de las últimas
noticias también es otra muestra de sus ganas de regeneración. Y mantenerse en
su puesto, después de lo de la Gürtel,
de lo de Bárcenas, etc., también es
regeneración.
Después
está lo del PSOE y lo de sus posibles regeneradores: Madina, que para saber sus intenciones hay que recurrir a
pitonisas, gran defensor de los aforamientos (por muy denigrantes que sean) y
que, como a Rajoy, casi nada le
consta; Sánchez, el guapo, más de lo
mismo pero con buena fotogenia; y Tapias,
que quiere imitar a PODEMOS, pero sin que se note.
Así
la cosa, la regeneración es otra excusa de los partidos de siempre, cada vez
menos grandes, para mantenerse como “casta”.
J.V.G.
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